martes, 9 de junio de 2009

Teorías sobre el origen del lenguaje


Lingüística estructural
Maestra: Esperanza Sifuentes
Sofía Licea Sandoval

Teorías sobre el origen de la lengua.

Monogénesis y poligénesis lingüística

La monogénesis y la poligénesis lingüísticas son dos hipótesis alternativas sobre el origen filogenético de las lenguas humanas. De acuerdo con la monogénesis el lenguaje humano surgió una sola vez en una única comunidad, y todas las lenguas actuales proceden de la primera lengua primigenia. De acuerdo con la segunda las lenguas humanas pudieron nacer en varias comunidades independientemente, y las lenguas actuales procederían de diferentes fuentes.
Monogénesis

La monogénesis indica un origen único de las lenguas del mundo, todas las lenguas actuales se habrían formado mediante el cambio lingüístico a partir de una primera que se fue diferenciando en lenguas ininteligibles. El primer científico serio en publicarla fue el lingüista italiano Alfredo Trombetti, en el libro L'Unità d'origine del linguaggio, publicado en 1905. Más modernamente Greenberg y Ruhlen, partidarios de la monogénesis, sostienen que en las lenguas modernas existen suficientes evidencias para reconstruir parte de la lengua originario o proto-mundo. Sin embargo, esta afirmación ha sido muy controvertida y las reconstrucciones practicadas por Ruhlen son frecuentemente descalificadas.
La hipótesis monogenética siempre ha encontrado mucha discusión y realmente existe poca evidencia lingüística sólida en su favor. Uno de los principales argumentos para sostenerla procede de hecho de la biología humana, debido a que hay fuertes indicios que sustentan la hipótesis de que la especie humana habría surgido a partir de un reducido grupo de primates en África. El paleoantropólogo Richard Klein plantea que la habilidad humana de producir un habla estructurada compleja se desarrolló hace 50 mil años (con la aparición del Cro-Magnon). Sin embargo, el surgimiento de la especie humana no está relacionado por ninguna prueba o teoría sólida con el origen de la lengua y, en este caso, tampoco con el surgimiento de una única lengua original.
Poligénesis

La poligénesis indica el origen múltiple. Según esta hipótesis, hubo brotes lingüísticos independientes en cada lugar donde se iban estableciendo humanos sin tener previamente ningún habla. Indica que de África salió el ser humano sin idioma y después de establecerse en Oriente Medio, Europa, Asia y América, fueron surgiendo allí los distintos grupos lingüísticos actuales y extintos. La investigación moderna sobre lenguas criollas ha mostrado que a partir de un input lingüístico adecuado o pidgin, en una generación los niños desarrollan una lengua con gramática perfectamente estable y definida. Las lenguas criollas son precisamente las lenguas históricamente surgidas de pidgins. Otro ejemplo notable es idioma de señas de Nicaragua que fue creado inconscientemente a partir de señas aisladas que no formaban un conjunto de reglas estables, y por tanto no constituían una lengua auténtica.

Conjuniones, nexos y más.

Conjunción (gramática)
Conjunción, palabra o conjunto de ellas que enlaza proposición, sintagmas o palabras, como su etimología de origen latino explica: cum, ‘con’, y jungo, ‘juntar’; por lo tanto, ‘que enlaza o une con’. Constituye una de las clases de nexos. No debe confundirse con los marcadores del discurso.

La conjunción es una parte invariable de la lengua que se utiliza para enlazar oraciones y establecer relaciones de jerarquía entre ellas, además de explicar el tipo de relación semántica o de significado que existe entre ellas. Por ejemplo, en Luisa va a trabajar y Raúl se queda en casa se enlazan dos oraciones para construir una mayor, el tipo de relación que hay entre ambas es de igualdad, de forma que se pueden intercambiar, y se suman los significados de ambas.
La conjunción sólo tiene significado gramatical y no posee significado léxico; su significado lo adquiere en las relaciones oracionales que puede presentar. Valor aditivo: Luisa compra y vende objetos. Valor de oposición: Carmen trabaja y no todos los días, etc.
Hay otros muchos nexos, en su origen preposiciones, que encabezan oraciones y que adquieren valor de conjunción, aunque no tengan forma conjuntiva. A estas construcciones se les llama giros conjuntivos. Por ejemplo:
Al + inf. = Cuando + verbo conjugado: Al cantar el gallo, San Pedro lloró = Cuando cantó el gallo... +
Por + inf. = Porque + verbo conjugado: Por venir tarde, no entró = Porque vino tarde... +
Con + inf. = Aunque + verbo conjugado: Con ser tan listo, no aprobó = Aunque era tan listo... +
De + inf. = Si + verbo conjugado: De llover hoy, nos refugiaremos en el kiosco = Si llueve hoy, nos refugiaremos... +
Para + inf. = Para que + verbo conjugado: Hemos venido para cantar = Hemos venido para que cantemos +
Igualmente, existen algunos adverbios y pronombres que pueden funcionar como conjunciones. Si son adverbios, se denominan adverbios conjuntivos, como por ejemplo cuando, mientras, donde, como, así etc. Entre los pronombres, están los llamados pronombres relativos (que, quien-es, el-la-los-las cual-es, cuyo etc.) y pronombres que pueden funcionar en correlaciones distributivas, como uno... otro, etc.
Por otra parte, existen determinadas construcciones que agrupan preposiciones, sustantivos, conjunciones y otros elementos a fin de formar las llamadas locuciones conjuntivas, equivalentes a nexos o conjunciones; forman un vasto repertorio que expresa los más curiosos matices: de manera que, así que, a fin de + inf, por más que, pese a que, antes de que, después de que, etc.
Existe además un grupo de conjunciones correlativas que aparecen en dos partes, de forma correlativa, una parte en la primera proposición unida y otra parte por lo general encabezando la segunda: "Hasta tal punto le tenía antipatía, que vino para matarlo".
En español, las conjunciones se clasifican en propias e impropias.
Conjunciones propias son las que unen oraciones o elementos del mismo nivel sintáctico, grupo nominal o adjetivo, como son las conjunciones coordinantes o coordinativas: y, ni, pero, sino...: Luis caminaba triste y pensativo.
Conjunciones impropias son las que enlazan oraciones dependientes, como son las locuciones o partículas subordinantes: cómo, cuándo, que, porque, para que... Las conjunciones subordinantes degradan la oración en que se insertan y la transponen funcionalmente a una unidad de rango inferior que cumple alguna de las funciones propias del sustantivo, del adjetivo o del adverbio: Dijo que vendría. Lo hizo porque quiso.
Las conjunciones, según los distintos tipos de relaciones o enlaces oracionales que presentan, pueden adquirir valores significativos diversos, y se clasifican en dos tipos: coordinantes o subordinantes.

Conjunciones coordinantes o coordinativas
Las conjunciones coordinantes son: consecutivas, coordinadas o coordinantes, copulativas, adversativas, disyuntivas, explicativas y distributivas.
Conjunciones consecutivas
Una frase es el resultado de la otra. Son: con que, luego, así que
Conjunciones coordinadas o coordinantes
Las conjunciones coordinadas son: y/e, o/u, sino y pero.
Conjunciones copulativas
Las conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos e indican su adición. Son: y, e, ni, que. "Y" es la conjunción más usada en la lengua coloquial: Sergio ‘y ’ Daniel pasean; se repite frecuentemente en el lenguaje infantil, como expresión sucesiva de enunciados: El perro es mi amigo ‘y’ lo quiero mucho ‘y’ juega conmigo. Este uso pleonástico se mantiene en la lengua popular de las narraciones, y como recurso expresivo intensificador. Se emplea e cuando la palabra siguiente empieza por i o hi, para evitar la cacofonía: Se reunieron ‘e’ hicieron los trabajos. Vinieron los padres ‘e’ hijos. La conjunción ni equivale a y no y señala la adición de dos términos, pero implica que sean negativos: No hizo los trabajos ‘ni’ estudió. A fin de marcar la expresividad, se antepone a veces a todos los términos unidos: ‘Ni’ tengo trabajo ‘ni’ dinero. La conjunción copulativa que es de uso arcaizante, aunque también figura en locuciones con valor intensificador: Y tú llora ‘que’ llora. Lo mismo da que da lo mismo.
Conjunciones adversativas
Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: mas, pero, aunque. Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargo, empero, con todo, a pesar de, no obstante, más bien, excepto, salvo, menos...
Si hay incompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusiva: sino, sino que, antes bien, al contrario: No lo hizo Juan ‘sino’ Pedro.
Las conjunciones adversativas más utilizadas son sin embargo, pero y sino: Iría contigo ‘pero’ no puedo; mas está reducida a la lengua escrita y principalmente a la lengua literaria y expresa una corrección más suave que pero: Hizo un juramento, ‘mas’ en vano; empero pertenece al estilo literario afectado; pero y mas, pueden encabezar una cláusula con sentido enfático. ¡’Pero’, Juan, si tú no estabas!
Conjunciones disyuntivas
Las conjunciones disyuntivas indican alternancia exclusiva o excluyente: o, u, se coloca entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: Llamó Pedro o Juan. Se emplea u cuando precede a una palabra iniciada por o u ho: Lo hará uno ‘u’ otro, también para evitar la cacofonía. Otras veces, o indica que los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad: Todo ocurrió ‘o’ sucedió en un momento.
Conjunciones explicativas
Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como o sea, esto es, es decir, mejor dicho, es más: Se fue al otro mundo, es decir, se murió.
Conjunciones distributivas
Las conjunciones distributivas indican distribución o alternancia; repiten los términos: o... o,tanto...como..; ejemplo: son tantos como nosotros.
Conjunciones subordinantes o subordinativas [editar]
Las conjunciones subordinantes se dividen en tres grandes grupos:
las que introducen subordinadas sustantivas.
las que introducen subordinadas adjetivas, también llamadas de relativo (que en vez de conjunciones son en realidad pronombres relativos)
las que introducen subordinadas adverbiales, tanto si introducen proposiciones circunstanciales como si introducen proposiciones lógicas.
Las conjunciones subordinantes o subordinativas que introducen subordinadas sustantivas introducen oraciones que desempeñan las funciones propias de un sintagma nominal (sujeto, atributo, complemento directo, complemento indirecto, suplemento, complemento del nombre). Las conjunciones sustantivas se clasifican según la función que la oración sustantiva desempeñe dentro de la oración principal. Se utiliza que, conjunción completiva, para la función de sujeto y de complemento directo: Me molestó ‘que’ no me lo dijeras; Dijo ‘que’ lo haría. A veces, se emplea que con alguna preposición, por ejemplo en función de suplemento: Él se convenció ‘de que’ era importante. También se emplea si para las interrogativas indirectas: "Me pregunto si vendrá". También pueden utilizarse pronombres y adverbios interrogativos: "Me preguntó cómo vendrían". "Me preguntó cuántos vendrían".
Las proposiciones subordinadas adjetivas van introducidas por pronombres relativos (que, quien, el cual, cuyo y sus variantes), que desempeñan al mismo tiempo una función sintáctica dentro de la proposición subordinada que introducen. Estos pronombres relativos pueden ir precedidos de preposición o no. "El libro que me prestaste era muy bueno". "El libro de que me hablabas era bueno."
Dentro de las adverbiales existen generalmente dos grupos de conjunciones que introducen proposiciones subordinadas: las que introducen proposiciones circunstanciales de tiempo, modo, lugar y comparación, y las que indican operaciones o relaciones lógicas entre la proposición subordinada y la proposición principal como son la causa, la consecuencia, la consecuencia inesperada o no deseada llamada concesión, la finalidad y la condición.
Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales circunstanciales pueden ser meras conjunciones, adverbios conjuntivos, giros conjuntivos o locuciones conjuntivas y pueden indicar
Tiempo (cuando, al + inf., mientras, después de que, antes de que, no bien, así que, de que, en cuanto, apenas, luego, luego que, cuando, antes que, después que, mientras que, en tanto, siempre que, ahora que, desde que, hasta que, una vez que...).
Lugar (donde, adonde, por donde, en donde, desde donde...)
Modo (como, según, conforme, como si, de la forma, manera, suerte, modo que).
Comparación (tan... como; más... que; menos... que). En este último caso se utilizan nexos discontinuos o correlativos.
Las que introducen proposiciones subordinadas adverbiales lógicas pueden indicar:
Causa (porque, ya que, por + inf., etc.)
Consecuencia, esto es, implicación o seguimiento lógico (así que, por tanto, pues, conque, así pues, de forma, manera, modo o suerte que)
Concesión, esto es, consecuencia inesperada o no deseada, esto es, complicación (aunque, por más que, a pesar de que, con todo, antes bien, bien que, con + inf., pese a que, etc.)
Finalidad, aplicación (para que, a fin de que, con el cometido, intención o propósito de que, a fin de + inf., etc.).
Condición (si, caso que, en el caso de que, de + inf., como, con tal que, puesto caso que, supuesto que, a menos que, siempre y cuando etc..)
Nexo (gramática)
Se denomina nexo a una palabra o partícula gramatical cuya función sintáctica es unir unas palabras, sintagmas o proposiciones con otras, bien en un plano de igualdad (nexos coordinantes) bien en un plano de importancia superior o dominio de la primera palabra sobre la siguiente unida a ella después del nexo (nexos subordinantes).
En términos simples es una palabra que junta 2 oraciones o palabras.
Ejemplos:
Mario y María
Caja de cartón
Luchar para ganar
Sintácticamente el constituyente sintáctico formado mediante algún tipo de nexo es frecuentemente una construcción exocéntrica.
Introducción
Los nexos pertenecen en general a distintas clases de palabras: preposiciones, conjunciones y locuciones conjuntivas pueden considerarse nexos puros; los giros conjuntivos, pronombres relativos y adverbios relativos son palabras o grupos de palabras que pueden funcionar como nexos pero que poseen otras funciones. Los nexos coordinantes son sintácticamente muy diferentes de los nexos subordinantes. Los primeros tienen posiciones que dominan inmediatamente nudos hermanos del mismo tipo, mientras que los segundos ocupan la posición del especificador de sintagma oracional.
Por otra parte, los marcadores del discurso o procesadores textuales unen textos mediante relaciones lógicas y no solamente palabras, sintagmas u proposiciones y son estudiados por la gramática del texto.

Nexos en español
Nexos coordinantes
Copulativos (y, e, ni): Ella habla y él escucha.
Disyuntivos (o, u, o bien): ¿Prefieres hablar o escuchar?
Adversativos (pero, mas, sin embargo, no obstante, empero, sino...): Ella habla mucho pero no escucha.
Explicativos (o sea, es decir, esto es, mejor dicho,...): Ella habla, es decir, se comunica.
Distributivos (ya... ya...; bien... bien; ora... ora; unos... otros...): Ya barre, ya friega, ya haz la comida
Nexos subordinantes [editar]
Los nexos subordinantes pueden pertenecer a varias categorías o clases de palabras: pueden ser conjunciones, adverbios o pronombres, o incluso giros conjuntivos. Sirven para subordinar una proposición a otra a un nivel inferior de importancia:
El enfermo murió cuando ya amanecía.
La proposición El enfermo murió es la principal, su información es jerárquicamente más importante que la de la proposición Ya amanecía. A la primera se la denomina proposición principal y a la segunda proposición subordinada; el nexo cuando, que es además un adverbio de tiempo, sirve para subordinar la segunda a la primera y señalar su distinto nivel de importancia.
Existen tres distintos tipos de subordinación: subordinación sustantiva, subordinación adjetiva y subordinación adverbial.
Los nexos de la subordinación sustantiva son las conjunciones que, el que, el hecho de que y si; los pronombres interrogativos qué, cuál, quién, prececidos o no de preposición y los adverbios interrogativos cuándo, cuánto, cómo y dónde, precedidos o no de preposición: "Que fumes es malo". "El que fumes es malo". "El hecho de que fumes es malo". "Me preguntó si fumaba". "Me dijo que fumaba demasiado". "Me preguntó cuánto fumaba". "Me indicó por dónde estaba". Las proposiciones subordinadas sustantivas se pueden también construir sin nexo o usando infinitivos: "Le ordeno (que) se presente aquí de inmediato". "Fumar (=que fumes) es malo". "Decírselo (=El que se lo dijeras) fue mala idea".
Los nexos de la subordinación adjetiva son siempre pronombres relativos: Que, quien-es, el-la-los-las cual-es; cuyo-a-s (que funciona también como determinante posesivo) y cuanto-a-s, precedidos o no de preposición: "El tabaco que me diste era muy malo". "Los criminales a quienes arrestaron eran muy peligrosos". "El vicio del tabaco, el cual tantas vidas cuesta, supone una rémora para la sanidad de este país". "La marca cuyo humo aspiraba tan golosamente era muy cara".
Los nexos de la subordinación adverbial son más variados, porque entre ellos se distinguen varias clases de subordinación.
Subordinación circunstancial:
Nexos de las subordinadas temporales (cuando, al + inf., mientras, después de que, antes de que y otros de igual o parejo significado): "Cuando cantó el gallo, san Pedro lloró".
Nexos de las subordinadas locales (donde, adonde, por donde, en donde, desde donde...). "Lo hizo donde le dijiste".
Nexos de las subordinadas modales o de modo (como, según, conforme, como si, de la forma, manera, modo que): "Lo hizo como le dijiste."
Nexos de las subordinadas comparativas (tan... como; más... que; menos... que). En este último caso se utilizan nexos discontinuos o correlativos. "Pedro es tan alto como Juan (es alto)"
Subordinación lógica:
Nexos de las subordinadas causales (porque, ya que, por + inf., etc.).: "Lo hizo deprisa porque quería verme pronto"
Nexos de las subordinadas consecutivas (así que, por tanto, pues, conque, así pues, de forma, manera, modo o suerte que): "Estábamos cansados, así que nos fuimos"
Nexos de las subordinadas concesivas (aunque, por más que, a pesar de que, con + inf., pese a que, etc.): "Iremos aunque llueva".
Nexos de las subordinadas finales (para que, a fin de que, con el cometido, intención o propósito de que, para + inf., a fin de + inf., etc.): "Estudiaba mucho para que sus padres estuvieran orgullosos de ella."
Nexos de las subordinadas condicionales (si, caso que, en el caso de que, de + inf., como, etc.): "Si bebes, no conduzcas". -
Marcadores del discurso
Los marcadores del discurso, también llamados "enlaces extraoracionales" por Gili Gaya o Fuentes, o "conectores argumentativos", "extraoracionales", "procesadores textuales" etc., son "unidades lingüísticas invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional -son, pues, elementos marginales- y poseen un cometido coincidente en el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en la comunicación", Gramática descriptiva, p. 4057.

Características
Samuel Gili Gaya señalaba ya algunas de las características propias de estas partículas:
a) Su vinculación a nociones externas a la predicación oracional.
b) Su carácter invariable.
c) La heterogeneidad de su entidad categorial: conjunciones, frases conjuntivas, interjecciones, etc.
d) La versatilidad distribucional de muchos de ellos (ocupan la posición inicial, medial o final del miembro discursivo en el que comparecen).
e) Su peculiaridad significativa: contribuyen a establecer lo que el autor denomina coherencia, y alcanzan una pluralidad de valores semánticos en combinación, frecuentemente, con los rasgos suprasegmentales adecuados (la entonación, sobre todo).
f) Pueden asignarse a registros distintos (en unos casos son más propios del discurso escrito -"sin embargo", "no obstante", "por consiguiente"... y en otros son más bien propios del discurso oral: pues, así que, etc.)
g) Llegan a constituir meros apoyos de la elocución o "muletillas" en el habla coloquial.
Que es invariable, puede verse en que no es lo mismo decir: "Lucía está lesionada y, por consiguiente, no puede jugar" que "Lucía está lesionada y, por este motivo, no puede jugar", ya que "por consiguiente" no desempeña función sintáctica alguna ni admite flexión (*por consiguientes) o complementos, como sí puede hacerlo "por este motivo", que admite plural o puede reformularse con complementos "hasta por estos pequeños motivos". En consecuencia, No puede decirse que "por este motivo" y expresiones semejantes sean verdaderos marcadores del discurso.
Ahora bien, los marcadores del discurso pueden aparecer desempeñando funciones sintácticas, pero ya no como marcadores del discurso: "Lo haré bien / Bien, lo haré. Lo haré en cualquier caso / En cualquier caso, lo haré. No tiene por qué responder así / Así, no tiene por qué responder. Lo dijo en una palabra / En una palabra, lo dijo.
Los marcadores del discurso se diferencian de las conjunciones en que no siempre se sitúan al principio del texto, sino que poseen una mayor movilidad, si bien muchos de ellos se sitúan allí obligatoriamente; por otra parte, no admiten negación, ni -entre sí- coordinación: *bueno y por tanto, aunque pueden coordinarse con sintagmas ubicados en inciso en el caso de que sean adverbios marcadores: "La cultura es además, y sobre todo, actualidad". "De hecho, y a pesar de que se verían infinidad de veces, nunca se referirían a aquel hecho sobrenatural"

Tipología
María Antonia Martín y José Portolés distinguen cinco tipos de marcadores discursivos, cada uno con sus diversos subtipos: estructuradores de la información, concectores, reformuladores, operadores argumentativos y marcadores conversacionales.
A- Estructuradores de la información (comentadores, ordenadores de apertura, de continuidad y de cierre, digresores, comentadores)
B- Conectores (aditivos, consecutivos y contraargumentativo)
C- Reformuladores (explicativos, rectificativos, distanciadores, recapitulativos)
D- Operadores argumentativos (de refuerzo y concreción)
E- Marcadores conversacionales (espistémicos –de evidencia o bien orientadores de fuente- y deónticos, enfocadores de alteridad y metadiscursivos conversacionales)
Estructuradores de la información
Para desarrollar la información contenida en un discurso
Comentadores, que "presentan un nuevo comentario": pues (sin pausa después), pues bien, (que asume lo anterior para lo que sigue) así las cosas (que no asume lo anterior para lo que sigue), dicho esto/eso, etc.
-¿Conocía a Soleiro?
-¿Un cojo que iba a Mondoñedo al mercado?
-El mismo. Pues se le apareció a su mujer en forma de cuervo.
Ordenadores, que "agrupan varios miembros como partes de un solo comentario; de uso más frecuente en el texto escrito que en el oral. Por lo general se basan en la numeración (primero.. segundo) en el espacio (por un lado, por otro lado..., por una parte... por otra; de un lado... de otro) o en el tiempo (después, luego, en fin, finalmente...). Algunos de ellos forman pares correlativos, incluso mixtos de espacio y número o tiempo.
Hay de tres tipos:
·
Ordenadores que marcan apertura. Sirven para abrir una serie: en primer lugar, primeramente, por una parte, por un lado, de una parte, de un lado...
·
Ordenadores que marcan continuidad. Indican que el miembro al que acompañan forma parte de una serie de la que no es ni el principio: en segundo/tercer/cuarto... lugar, por otra (parte), por otro (lado), por su parte, de otra (parte), de otro (lado), asimismo, igualmente, de igual forma/modo/manera, luego, después...
·
Ordenadores que marcan cierre. Señalan el fin de una serie discursiva: Por último, en último lugar, en último término, en fin, por fin, finalmente.
Algunos ordenadores, si van en incisos, se aproximan a los digresores, como es el caso de por otra parte, por otro lado y por lo demás.
"Por su parte" carece de marcador de apertura y no se encuentra totalmente gramaticalizado como tal.
El marcador de cierre "por lo demás" jerarquiza su miembro como de menor importancia que los anteriores.
"En parte" se repite en el discurso como marcador de apertura el primero y de continuidad el segundo.
"De igual modo/forma/manera/suerte" están también poco gramaticalizados.
Digresores, "introducen un comentario lateral en relación con el tópico principal del discurso": Por cierto, a propósito, a todo esto (que introduce un miembro que pide información que en ese momento del discurso ya se debería conocer), y, menos gramaticalizados, dicho sea de paso, dicho sea, entre paréntesis, otra cosa (que sirve para introducir otro tema sin ceder el turno de palabra), etc.
Conectores
Son "unos marcadores discursivos que vinculan semántica- y pragmáticamente un miembro del discurso con otro anterior”. A veces, el primer miembro puede ser situacional o contextual, implícito. Un niño puede mostrarle a otro su coche de juguete y decirle "Además, tiene sirena".
Conectores aditivos, que "unen a un miembro discursivo anterior otro con la misma orientación argumentativa", lo que permite inferir conclusiones que de otro modo no se alcanzarían. Hay de dos tipos:
·
Los que ordenan ambos miembros discursivos en la misma escala argumentativa (incluso -que indica que el argumento que sigue es más fuerte que el primero: por eso puede decirse: "Debemos llevar al niño al hospital. Tiene mucha fiebre e, incluso, ha comenzado a delirar", pero no *"Debemos llevar al niño al hospital, ha comenzado a delirar e, incluso, tiene mucha fiebre"-, inclusive y es más -que también potencia el argumento siguiente respecto al que precede-)
·
Los que no cumplen esta condición (además, y encima -que presentra el miembro anterior como argumento suficiente para una conclusión determinada y, a diferencia de además, puede incluir una conclusión opuesta: "Se te compra una cosa y, encima, lloras"-, aparte -propio de la lengua coloquial: "No iré a ver esa película. Es larga y aburrida. Aparte, he quedado para ir a la disco", por añadidura (que conecta con un miembro anterior y más frecuentemente con una serie anterior de ellos)
Conectores consecutivos, que "presentan el miembro del discurso en el que se encuentran como una consecuencia de un miembro anterior": pues, así pues, por tanto, por consiguiente, consiguientemente, consecuentemente, por ende y de ahí); en consecuencia y de resultas (donde el consecuente es un estado de cosas que se produce a partir de otro estado de cosas), así, entonces...
Conectores contraargumentativos, que "vinculan dos miembros del discurso de tal modo que el segundo se presenta como supresor o atenuador de alguna conclusión que se pudiera obtener del primero": en cambio, por el contrario y por el contrario (que muestran contraste o contradicción entre los miembros vinculados), antes bien (cuyo miembro discursivo comenta el mismo tópico que el miembro anterior), sin embargo, no obstante, con todo, empero, ahora bien y ahora (que introducen conclusiones contrarias a las esperadas de un primer miembro), y eso sí, que "muestra un miembro discursivo que atenúa la fuerza argumentativa del miembro anterior".
Reformuladores
Son "marcadores que presentan el miembro del discurso que introducen como una nueva formulación de un miembro anterior
Reformuladores explicativos: o sea, es decir, esto es, a saber; en otras palabras, en otros términos, dicho con/en otros términos, (dicho) con otras palabras, dicho de otra manera/modo/forma, etc.
Reformuladores rectificativos, que "sustituyen un primer miembro, que presentan como una formulación incorrecta, por otra que la corrige, o al menos la mejora": mejor dicho, mejor aún, más bien y digo -como inciso, menos gramaticalizado-, precedidos de "o" o no.
Reformuladores de distanciamiento, que "presentan como no relevante un miembro del discurso anterior a aquel que los acoge. Con ellos no se pretende formular de nuevo lo antes dicho, sino mostrar la nueva formulación como aquella que ha de condicionar la prosecución del discurso, al tiempo que se priva de pertinencia el miembro discursivo que le precede": en cualquier caso, en todo caso, de todos modos/maneras/formas, de cualquier modo/manera/forma (menos frecuentes), de cualquier suerte, de todas suertes (arcaicos)...
Reformuladores recapitulativos, que "presentan su miembro del discurso como una conclusión o recapitulación a partir de un miembro anterior o de una serie de ellos": en suma, en conclusión, en resumen, en síntesis, en resolución; en una palabra, en dos palabras, en pocas palabras -que presentan el miembro como una condensación de miembros anteriores-; en resumidas cuentas, en definitiva y a fin de cuentas, en fin; total -que se usa de dos formas: sea para presentar la exposición antecedente como innecesariamente prolija, sea como operador discursivo para reformular miembros implícitos y reforzar como argumento el miembro discursivo que introduce- ; al fin y al cabo, después de todo (que indican que el miembro en que se encuentran tiene más fuerza argumentativa que otros miembros anteriores antiorientados con él, como algunas veces también en realidad y en el fondo)...


Operadores argumentativos
Los operadores argumentativos "son aquellos marcadores que por su significado condicionan las posibilidades argumentativas del miembro del discurso en que se incluyen, pero sin relacionarlo con otro miembro anterior".
Operadores de refuerzo argumentativo, cuyo "significado consiste esencialmente en reforzar como argumento el miembro del discurso en el que se encuentran”. De este modo, y al tiempo que se refuerza su argumento, se limitan los otros como desencadenantes de posibles conclusiones: en realidad -que distingue a otro argumento como "apariencia"-, en el fondo -que presenta a un argumento con mayor fuerza que otro meramente "posible"-, de hecho -que presenta a un argumento como un hecho cierto, y por lo tanto con más fuerza que otro discutible o probable- etc.
Operadores de concreción, que "presentan el miembro del discurso que los incluye como una concreción o ejemplo de una expresión más general": por ejemplo, verbigracia, en concreto, en particular, por caso.
Marcadores conversacionales
Estos se distinguen de los de la lengua escrita en que a su función 'informativa' o 'transaccional' suman otra función 'interactiva' o 'interaccional' orientada hacia el interlocutor. En la conversación hay, pues, que distinguir 'modalidades' frente a 'contenidos proposicionales', o, en la terminología de los llamados 'actos de habla', la fuerza ilocutiva de los contenidos locutivos. Dos grandes tipos de modalidad establecen los autores:
La modalidad epistémica, "que se refiere a nociones que guardan relación: a) con la posibilidad o con la necesidad, b) con la evidencia, sobre todo a través de los sentidos; c) con lo oído decir o expresado por otros, etc.
Sus marcadores son del tipo de "en efecto, claro, por lo visto..."
La modalidad deóntica, "que incluye actitudes que tienen que ver con la voluntad o con lo afectivo"
Sus marcadores son del tipo de "bueno, bien..."
De modalidad epistémica -que se usan en enunciados declarativos-
·
Marcadores de evidencia (reforzadores de la aserción sí o no, y algunos tematizándolos con "que"): claro, desde luego, por supuesto, naturalmente y sin duda -menos gramaticalizado, pues admite variantes como sin duda alguna / ninguna / de ningún género etc.- Otro grupo no puede hacerlo: en efecto, efectivamente...
·
Marcadores orientativos sobre la fuente del mensaje (el hablante presenta el discurso como algo que refleja su propia opinión, o bien referirlo como algo que ha oído decir, que conoce a través de otros y que transmite como una opinión ajena): por lo visto, al parecer, menos gramaticalizado y menos coloquial (tiene las variantes a mi parecer, al parecer de unos y de otros, según parece, a lo que parece...)
De modalidad deóntica (reflejan actitudes del hablante relacionadas con la expresión de la voluntad (o de lo afectivo): estos marcadores indican si el hablante acepta, admite consiente en o no lo que se infiere del fragmento de discurso al que remiten, van separados por una pausa más marcada y pueden alternar con otros procedimientos expresivos: los verbos realizativos acepto, consiento, admito, construcciones verbales del estilo de bien está, está bien, bueno está, etc.).
Ejemplos: bueno', bien; vale, de acuerdo, conforme, perfectamente, cabalmente, antiguo cabalito, y los hispanoamericanos definitivamente y okey. No son marcadores del discurso expresiones como "venga", "en absoluto", "ni hablar" etc.
·
Enfocadores de alteridad, que apuntan al oyente (hombre, mira, oye, oye, mira) o menos frecuentemente a ambos interlocutores (vamos) y sirven, sí, para comentar el fragmento del discurso al que remiten -para mostrar la actitud del hablante respecto de este- pero sobre todo para señalar el enfoque de las relaciones que mantiene el hablante con el oyente: amistosas, corteses, etc.
"Bueno" -en un uso distinto al deóntico y al metadiscursivo, pues sólo sirve para reforzar la imagen positiva del hablante-, "vamos", en similar uso y además para favorecer la comunión de los hablantes en el discurso, "mira", "mire", "oye", "oiga". También se suelen usar formas verbales en segunda persona: ves, verás, escucha, fíjate, sabes, entiendes, que reflejan signos claros de gramaticalización. Expresiones como ¿no?, ¿verdad?, ¿eh? etc. Por favor en inciso es también un marcador del discurso enfocador de la alteridad muy gramaticalizado.
·
Metadiscursivos conversacionales trazan el esfuerzo que realizan los hablantes para formular e ir organizando su discurso, como signos de puntuación para el descanso. "Ya", "sí", "bueno", "bien", "eh", "este" -más frecuente en Hispanoamérica- .

Sofía Licea Sandoval

lunes, 8 de junio de 2009

Ensayos de alumnos

Tema: El graffiti ¿Crea o destruye?

Introducción

Elegí este tema porque la maestra de español nos pidió que le ayudáramos haciendo ensayos sobre el graffiti y con mucho gusto lo quise hacer.
El suceso que me llamo mas la atención es el que paso hace poco en el cual se reunieron 300 jóvenes para rayar en la avenida constitución.
Enfrente dificultades como el ponerme a reflexionar sobre si ¿el graffiti es arte o vandalismo?, ¿el porque lo hacen y lo que sienten al hacerlo? Las resolví hablando con personas que lo hacen, leyendo revistas y recordando sobre lo que hablaron mis compañeros cuando vimos el tema en la clase.



El graffiti ¿Crea o Destruye?

Las Leyes, códigos y ordenanzas que tratan acerca del vandalismo del “grafitti” puede variar de comunidad en comunidad, pero el “graffiti” es ilegal. Se puede considerar delito menor, más de una vez puede ascender a un delito grave.
La aplicación de las leyes en contra del “graffiti” puede incluir cualquiera o todas de las siguientes:
Multas y restitución para las marcas del “graffiti”
Suspensión de los privilegios para el manejo de vehículos.
Arresto y encarcelamiento.
Delitos menores de “graffiti” acumulados dan ocasión a un crimen condenable.
Los padres o guardianes (persona encargada del menor) pueden ser multados y recibir orden de Ia Corte de restaurar Ia propiedad afectada a su condición original.
Actualmente se puede considerar el graffiti como arte siempre y cuando cumpla con ciertas características el dibujo. También se hacen eventos de exposiciones de diferentes partes del país.
La pregunta de todos es: el graffiti ¿es arte o vandalismo? Es arte si lo hacen con permiso y no solo con la intención de dañar si no de hacer que se vea bien. Se ve como vandalismo porque lo hacen con la intención de dañar y solo rayan.
Ahora ellos aseguran que si hacen graffiti es porque esa es su forma de expresarse tanto sus dolores, sus alegrías, sus fracasos, etc. Pero hay algunos jóvenes que lo hacen por diversión, por llamar la atención, por ser igual a sus amigos, ídolos, o simplemente como lo mencionaba a dañar
El graffiti en propiedad ajena es un daño tanto como para los que viven ahí y para el medio ambiente. Dan una visión mala, siempre y cuando como sea el graffiti; puede ser una simple firma o un muro de arte.
Hace poco paso un suceso el cual muchos nos quedamos admirados como 300 jóvenes no tienen conciencia de le hicieron un daño a la ciudad, como visual y al medio ambiente. Se reunieron por medio del fotolog se invitan a hacer “pintas” en la avenida constitución. Gracias a dios fueron detenidos.
Si fuera mi casa la afectada mi reacción seria depende de como sea el graffiti si la visión da una buena impresión me gustaría, pero si no me molestaría mucho. La de mi mamá, seria horrible, se molestaría mucho y la verdad; tendría la razón es propiedad ajena.

CONCLUSIÓN
Invito a los padres de familia a inculcar a sus hijos, que al rayar las paredes dañan a las personas y al medio ambiente. Si ellos quieren que el día de mañana dañen su propiedad ellos nunca dañen a otras ajenas.








Organizador gráfico en secundaria

Glosario

Glosario: Lingüística Estructural


Lenguaje.


Sistema de comunicación humana, basado en sonidos del habla usados como símbolos arbitrarios.




Lingüística.


La lingüística es el estudio científico del lenguaje.
La lingüística, aunque pueda interesarse en textos escritos y en el desarrollo de las lenguas a través del tiempo, trata de explicar cómo funcionan las lenguas en un punto dado en el tiempo para extrapolar la explicación al funcionamiento general de las lenguas y es esencialmente explicativa.



Lingüística estructural


El objeto de la lingüística estructural es el estudio de las relaciones entre los elementos que forman parte del sistema. Estos elementos son los signos lingüísticos. La lingüística es una rama de la psicología social y se encarga, según Saussure, del estudio de "la vida de los signos en el seno de la vida social".



Protolenguas

Conjuntos de variedades lingüísticas con características afines.



Lenguaje analógico

Referente a la comunicación de signos y gestos, el tono de la voz, las muecas y toda actitud corporal que expresamos cuando hablamos.



Morfología.

Estudia cómo cambia de forma una palabra al pluralizarse. Es decir las variaciones formales de la palabra.


Semiótica.

También conocida como semiología o ciencia de los signos.
La semiótica o semiología es la ciencia que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas.
Saussure fue el primero que hablo de la semiología y la define como: "Una ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social.


Signo

En general, es algo que actúa como un estimulo, pues, ya sea por su naturaleza o convencionalmente, nos hace pensar en algo-

Signo lingüístico

Palabras.

Lengua

Sistema abstracto de signos lingüísticos: el más perfecto y útil medio de comunicación.


Habla

Realización concreta de la lengua, hecha individualmente, por cada hablante y en cada momento. El habla tiene un mensaje.


Código

Conjunto de signos lingüísticos de donde el hablante los elige para articularlos.


Hablante

Realizador del sistema abstracto de la lengua en su manifestación concreta: el habla.


Fonología

Estudia el valor funcional de los fonemas.

LINGÜÍSTICA




Lingüística
“La lengua es un sistema de signos”

Características de la definición de lengua según Sassure
Argumentos que diferencian la lengua del lenguaje
Caracteres del habla
Bibliografía

Características de la definición de lengua según Sassure:
· La lengua es un sistema de signos en el que sólo es esencial la unión del sentido y de la imagen acústica., y donde las dos partes del signo son igualmente psíquicas.
· La lengua es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos del lenguaje.
· Es una totalidad en sí misma, parece ser lo único susceptible de definición autónoma.
· Es adquirida, convencional y particular de cada sociedad.
· Es un producto social de la facultad del lenguaje.
· La lengua es un sistema de puras diferencias.
· Es concreta, porque responde a algo real y concreto.
· Es integral porque es íntegramente psíquica.

Argumentos que diferencian la lengua del lenguaje:
· el lenguaje, es multiforme y heteróclito, a través de diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio individual y al dominio social y no se los puede concebir uno sin el otro.
· no se deja clasificar en ninguna de las categorías de lo hechos humanos, por el contrario de la lengua, que es una totalidad en sí misma y un principio de calcificación
· el lenguaje se apoya en una facultad que nos da la naturaleza, mientras que la lengua es cosa adquirida y convencional.

Caracteres del habla:
· El habla es un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual conviene distinguir:
- las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal.
- el mecanismo psicofísico que le permita exteriorizar esas combinaciones (actos de fonación).
· La lengua y el habla están estrechamente ligadas y se suponen recíprocamente ya que la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos, pero ésta es necesaria para que la lengua se establezca.
· Es el habla la que hace evolucionar a la lengua: las impresiones recibidas al oír a los demás modifican nuestros hábitos lingüísticos.
La noción que se opone al sistema es la nomenclatura.
La nomenclatura es la que une ideas preexistentes con un nombre; y la relación entre el nombre y lo nombrado es simple. Es un listado de términos que se unen a otros.
En el sistema de la lengua el vínculo no es directo, porque el signo no involucra al objeto. En cambio, en la nomenclatura el objeto está ligado al nombre.
Signo lingüístico: El signo lingüístico es la combinación del concepto y de la imagen acústica, una entidad psíquica de dos caras. Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente. El signo designa el conjunto y reemplaza el concepto e imagen acústica respectivamente con significado y significante.
Está compuesto por dos caracteres:
Arbitrariedad: El lazo que une el significado con el significante es arbitrario, por consiguiente, el signo lingüístico es arbitrario. Esta arbitrariedad es inmotivada y es la que vincula la mutabilidad y la inmutabilidad del signo. Entendiendo por mutabilidad cuando el signo puede cambiar porque la sociedad así lo decide y por inmutabilidad cuando no hay ninguna posibilidad de poder cambiarle el nombre a una cosa.
Linealidad: no se pueden emitir varios signos a la vez, sino en orden. Tienen que ser temporales y ordenados. Las sucesión de signos va a hacer que la conversación sea posible.
“La lengua es un sistema de valores puros”
La lengua es un sistema de valores puros y de puras diferencias, porque en ella entran en juego ideas (conceptos) y sonidos ( imágenes acústicas).
El signo es un valor, no una sustancia ( lo que puede autodefinirse), porque se delimita con los otros signos que lo rodean , por ende el valor no es en sí mismo, sino que vale si se diferencia.
Cuando se dice que los valores se corresponden a conceptos, se sobreentiende que son puramente diferenciales, definidos no positivamente por su contenido, sino negativamente por sus relaciones con los otros términos del sistema. Su más puntual característica es ser lo que los otros no son.
No hay ideas preestablecidas, y nada es distinto antes de la aparición de la lengua.
Por lo que la lengua sirve de intermediaria entre el pensamiento y el sonido, su unión lleva a la elaboración de unidades (signos) que se imprimen sobre un universo amorfo; el que está compuesto por dos masas amorfas:
ideas, pensamientos, conceptos.
sonidos, imagen acústica.
La lengua recorta una porción de pensamientos y otra de sonidos y las une formando el valor lingüístico. Es así, como podemos explicar que los conceptos aparecen por la lengua y que por esto, no hay pensamientos antes de la lengua. Además podemos también decir que no es la lengua un medio fónico para que el pensamiento se exprese, ya que no se podría aislar el sonido del pensamiento ni el pensamiento del sonido. “La lingüística trabaja en el terreno limítrofe donde los elementos de dos órdenes se combinan, y ésta combinación produce una forma, no una sustancia”.(1)
Esto nos hace comprender mejor lo arbitrario del signo; ya que no solamente son confusas y amorfas las nebulosas enlazadas a través de la lengua, sino que la elección en que se decide por tal porción acústica para tal idea es arbitraria. De no ser así la noción de valor perdería algo de su carácter. Por consiguiente “lo arbitrario del signo nos hace comprender mejor por qué el hecho social es el único que puede crear un sistema lingüístico”.(2)
El valor se define en el sistema estableciendo equivalencias entre dos órdenes diferentes: concepto e imagen acústica. El valor está dado por la relación entre los signos del sistema.
Uno de los aspectos del valor lingüístico es la propiedad que tiene la palabra de representar una idea. El valor de la palabra es por la significación.
Las palabras no están encargadas de representar conceptos dados de antemano, si así fuera, cada una de ellas tendría, de lengua a lengua, correspondencias exactas para el sentido, y no es así. Por Ej. en español pez y pescado no tienen el mismo significado, en cambio en la lengua inglesa fish abarca ambos significados en ésta palabra.
Todos los términos del sistema de la lengua son solidarios, y el valor de cada uno de ellos no resulta más que de la presencia simultánea de los otros.
Para concluir: “en la lengua, como en todo sistema semiológico, lo que distingue a un signo es todo lo que lo constituye. La diferencia es lo que hace la característica, como hace el valor y la unidad”.(3)
(1) SAUSSURE, Ferdinand: Curso de lingüística general, Alianza Editorial, Madrid, 1983. De la segunda parte. Lingüística sincrónica: Cap 4: “ El valor lingüístico” , página 193.
(2) SAUSSURE, Ferdinand: Curso de lingüística general, Alianza Editorial, Madrid, 1983. De la segunda parte. Lingüística sincrónica: Cap 4: “ El valor lingüístico” , página 193.
(3) SAUSSURE, Ferdinand: Curso de lingüística general, Alianza Editorial, Madrid, 1983. De la segunda parte. Lingüística sincrónica: Cap 4: “ El valor lingüístico” , página 205.

BIBLIOGRAFÍA:
· SAUSSURE, Ferdinand: Curso de lingüística general, Alianza Editorial, Madrid, 1983:
De la “Introducción”: Cap. 3: “Objeto de la Lingüística”.
De la “Primera Parte. Principios generales”: Cap. 1: “Naturaleza del signo lingüístico”, Cap. 2: “Inmutabilidad u Mutabilidad del signo”.
De la “Segunda Parte. Lingüística sincrónica: Cap. 4: “El valor Lingüístico”.
· SAZBÓN, José: “ Significación del Saussurismo” en “Estudio preliminar”, Saussure y los fundamentos de la lingüística, CEAL, Bs. As. 1990.



Elaboró:


Sofia Licea Sandoval.
sojace@hotmail.com